Hace mucho quería preguntarle unas cositas a Miguel uno de mis escritores favoritos, un escritor que siempre me toca el alma. Le escribí y me dijo que sí entonces acá les comparto mi regalo de graduación.
Hola Miguel, ante todo gracias por aceptar responder a mis preguntas. ¡Te lo agradezco mucho! Tú eres español, pero naciste en Romania. ¿Cómo coexisten las dos culturas en ti?
He encontrado en la literatura una manera para canalizar esa dualidad y he llegado a la conclusión de que son dos caras de la misma moneda. Y yo soy riquísimo.
¿Cuándo empezaste a sentir la necesidad de escribir y cómo elegiste en que idioma ibas a expresarte?
Simplemente surgió, fue el castellano el que me eligió a mí.
La mayoría de las veces son las mujeres protagonistas de tus versos, ¿a quién se debe esta decisión y quién es la mujer más importante para ti?
Mi madre, sin duda. Uno escribe sobre el mundo que lo rodea; el feminismo ha sido uno de esos temas a los que he recurrido para, en primer lugar, aprender.
Yo personalmente te he conocido hace unos años cuando, por casualidad, encontré dos poesías tuyas: Arde y Alto. Desde aquel momento, no he dejado de leerte; ¿cómo nacieron estas joyitas?
De la rabia de una voz que fue callada.
El Miguel que conocemos por tus versos, es un hombre que valora mucho la sencillez de la vida y las emociones que se encuentran en ella. ¿Siempre fuiste así? ¿Cómo eras de niño?
Sí. Decía Pamuk que saber lo que es vivir con poco te hace no tener miedo a perderlo todo. Supongo que ahí está la clave y un poco lo que me guía. Siempre fui un chico que se conformaba, empático y bondadoso.
¿Cuál fue el momento de tu niñez que más dejó una huella en tu corazón? Digamos: el momento que más te afectó a ser el hombre sensible que eres hoy.
Creo que la partida a España. Fue duro tener que dejarlo todo para empezar de cero.
Eres muy seguido, todo el mundo hispano está al pendente tuyo, ¿te esperabas esta respuesta cuando empezaste?
No, desde luego. Es más, nunca empiezo nada aspirando a llegar hasta lo más alto. Simplemente soy fiel a las cosas que siento y en función de ello actúo.
¿Qué es lo que más te motiva? Tanto a nivel personal como profesional.
Hacer buenos libros, dejar algo.
Hace unos meses abriste una cuenta Telegram donde compartías con tus seguidores versos, canciones, películas y pensamientos. Yo misma estaba ahí y, la verdad, me dolió cuando eligiste cerrarla. ¿Por qué esta decisión?
Necesitaba alejarme del teléfono por motivos personales. El tiempo supone un factor muy limitado.
¿Piensas volver o ya es tiempo para nuevos proyectos?
Seguro que vuelvo.
¿Cuál es tu momento favorito para escribir?
Me gusta el atardecer, esa luz amarilla, ese sol cayendo…
¿Qué significa Lisboa para ti?
Un antes y un después.
A quiénes nos gusta escribir, de vez en cuando nos pasa no poder encontrar las palabras para expresar lo que nos pasa por la cabeza. Supongo te pase a ti también, ¿cómo superas esos momentos inexplicables?
Me ayudo mucho de la lectura, del cine, de la música. La literatura está en todas partes. Cuando no llega, hay que buscarla.
¿Cuáles son los versos que más amas? Versos o palabras que te hacen latir el corazón más rápido. No necesariamente tuyos.
Tengo infinidad, no sé si podría elegir unos, pero recomiendo el poema ‘Ya no’, de Idea Vilariño.
¿Cuál es el recuerdo más bonito conectado a tu carrera como escritor?
Probablemente las primeras veces de las cosas: primera presentación, primer viaje a Latinoamérica, primera Feria de Madrid…
Creo que puedo hablar en nombre de muchas chicas y mujeres cuando digo que agradezco que estas palabras tan bonitas y verdaderas salgan de la mente y boca de un hombre. Es increíble la manera en que logras entendernos. ¿Sabes que tus palabras son una inspiración? Por ejemplo El derecho a quererse es una motivación en los días grises. ¿En qué situación la escribiste?
Necesitaba decirme a mí mismo lo que dije en ese poema. De ahí surgió todo.
¿Cómo estás viviendo la pandemia? ¿En qué manera te ha afectado?
Bueno, es una pena la limitación de los eventos y firmas… Pero no queda otra. Por otro lado, los escritores vivimos en un aislamiento constante, así que eso lo llevé bien.
Descríbete con una canción.
Estoy escuchando mucho el Réquiem de Mozart.
Ahora, para saludarnos, ¿nos regalarías unos versos inéditos? Si hay ¡y si quieres!
Lo mejor que os puedo decir son estas gracias por la voz.
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