El pasado primero de julio hubo una elección histórica en México. Con 53 millones de votos, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se convirtió en el presidente electo con más votos en la historia del país. [1] Este nuevo gobierno promete poner fin al modelo neoliberal que prevalecía desde 1988. Tras años de corrupción generalizada, impunidad total, y gran crecimiento de la violencia e inseguridad en el país, la sociedad y su inmensa frustración pidió un cambio radical.
El pasado primero de diciembre fue la toma de protesta del presidente de México, el primero de un movimiento de izquierda, en un día que fue de fiesta y jolgorio para algunos, y de preocupación para otros. En medio del triunfo histórico, el país se divide cada vez más, y la ciudadanía polarizada difiere mucho sobre la manera de actuar del nuevo presidente. Dice Sergio Aguayo que “para algunos es heraldo llegado del paraíso, para otros, mensajero del averno.”[2] Continua a leggere